¿Cómo encajas los piropos que te dedican en la red?
SARA: Sería hipócrita decir que no me halagan, aunque preferirá que se centrarán más en mi credibilidad como periodista o en mi forma de transmitir ante la cámara.
¿Desde cuándo te interesas por el deporte?
SARA: Soy futbolera desde niña. Ya entonces me sabía los nombres de todos los jugadores de la Liga, y hasta hace poco, he sido defensa de un equipo amateur. Me gusta el tenis y camino mucho, pero no encajo como ‘carne de gimnasio’.
¿Quiénes han sido tus ídolos deportivos?
SARA: Miguel Induráin, y sus cincos triunfos en el Tour, que seguí fielmente; Arancha Sánchez Vicario, de la que me tragaba todos los partidos, y Raúl, que siempre me ha encantado. Sin embargo, desde que cubrí el básket, me han atrapado los chicos de la selección. Son grandes jugadores y, además, jóvenes divertidos y accesibles.
SARA: Sí, porque cuando hago deporte soy competitiva y muy atrevida. Fíjate que con tan sólo tres años me subí a un tobogán de los grandes, sin miedo alguno. Pero claro, acabé en el suelo y con el brazo roto.
SARA: El primer día que me enfrenté a la cámara. El corazón me palpitaba tanto que creía que no sería capaz de articular ni una palabra.
SARA: No me veo presentando concursos ni variedades. Lo mío es la actualidad, y me gustaría seguir en ella. Aunque en la radio ya probé un programa de música. ¿Sabes que la primera persona a la que entrevisté fue Alaska?
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